El humo que se utiliza
para ahumar los alimentos contiene sustancias potencialmente carcinógenas.
2. ALCOHOL EXCEPTO VINO TINTO
(MODERADAMENTE)
El alcohol puede
ocasionar inflamación, úlceras y cáncer de los intestinos y el colon. El
páncreas puede inflamarse y liberar enzimas digestivas que lo atacan. Causa
inflamación y destrucción de las células hepáticas, interfiere con la capacidad
del cuerpo de absorber el calcio, disminuye la resistencia a las infecciones
pulmonares, da lugar a un ritmo cardiaco irregular y un movimiento irregular
del corazón, e inhibe la producción de glóbulos rojos y blancos, entre otros
efectos.
3. AZÚCAR
Es un potente
antinutriente que acidifica el organismo y disminuye el sistema inmune,
haciéndolo vulnerable a cualquier patología, especialmente vírica, bacteriana o
de tipo autoinmune.
4. BEBIDAS CARBONATADAS
Acidifican el ph del
organismo, no así las aguas carbonatadas caseras realizadas con la adición al
agua de bicarbonato de sodio y zumo de limón, que precisamente alcalinizan el
ph. Además suelen azucararse, con lo que se potencia su efecto nocivo.
5. CAFÉ Y TÉ NEGRO
Aparte de ser tóxicos
actúan como antinutrientes impidiendo la asimilación del hierro y el calcio. La
principal consecuencia negativa para la salud del consumo de café es que
acidifica el PH del organismo favoreciendo así la desmineralización. Consideramos
un consumo excesivo de café la toma de más de 4 tazas al día. Como sucedáneos
disponemos de la achicoria, la malta, la raíz de diente de león, la cebada
tostada y la algarroba.
6. CARNE DE AVE O DE RES
Es un producto en
estado de descomposición que produce putrefacción en el intestino promoviendo
una flora intestinal patógena. No contiene fibra, es rica en grasas saturadas y
hormonas. Y si no es ecológica, también es rica en antibióticos, hormonas
artificiales y pesticidas.
7. EMBUTIDO
El peor producto
animal para la salud es el embutido. Limita su consumo, pues no sólo lleva
todas las desventajas de los productos cárnicos (hormonas, ausencia de fibra,
grasa saturada, exceso de sal refinada), sino que además en el proceso de
manufacturado se le añaden todos estos aditivos con efectos cancerígenos
probados, como nitritos, nitratos y polifosfato de sodio.
8. FRITURAS
Las altas temperaturas
de las frituras (hasta 300ºC) unidas a la reutilización de los aceites
vegetales, genera sustancias potencialmente cancerígenas (acroleínas), amén de
resultar alimentos pesados y difíciles de digerir.
9. GRASA VEGETAL HIDROGENADA O
PARCIALMENTE HIDROGENADA
Existen dos tipos de
hidrogenación, la completa y la parcial. En la hidrogenación parcial, el
producto final contiene usualmente grandes cantidades de ácidos grasos trans,
que aumentan la concentración de lipoproteínas de baja densidad (LDL) en la
sangre y disminuyen las lipoproteínas de alta densidad (HDL, responsables de
transportar lo que llamamos el "colesterol bueno"), provocando un
mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Estos ácidos grasos
pueden ser particularmente peligrosos para el corazón y se asocian con el mayor
riesgo de desarrollo de algunos cánceres. En la hidrogenación completa, la grasa
totalmente hidrogenada está formada únicamente por ácidos grasos saturados y,
por tanto, no contiene grasas trans.
10. LECHE Y QUESO
Los lácteos tienen un
alto contenido en antígenos, que nos hacen más vulnerables a las infecciones y
a las enfermedades directamente relacionadas con nuestro sistema inmune. Según
menciona el Dr. Campbell en The China Study, la proteína animal de los
productos lácteos, contribuye al desarrollo de un medio ácido adecuado para el
desarrollo de células cancerosas y tumores.
11. SAL REFINADA
El proceso de
refinamiento proporciona unos granos de sal de color blanco que suele atraer
más al consumidor medio, sin embargo se puede decir que consta de casi de una
proporción pura de cloruro sódico (99,9%) a expensas de su contenido mineral.
Es un alimento que no aporta nada salvo un aumento en la presión arterial.
12. TABACO
Aquí creo que no hace
falta explicar mucho.
13. TRIGO, ESPECIALMENTE EN FORMA DE
HARINA EN PAN, BOLLERÍA, GALLETAS, PASTA ITALIANA
La harina blanca
refinada casi no contiene minerales ni vitaminas. Al refinar la harina se
prescinde de la mitad de los ácidos grasos insaturados y del calcio, del 80 %
del hierro, del 50-80 % de la vitamina B, prácticamente toda la vitamina E, del
70 % del fósforo, del 98 % del magnesio, etc, resultando la harina blanca casi
puro almidón. El consumo de harinas refinadas aumenta los niveles de insulina.
Esto en poco tiempo puede causar resistencia a la insulina, y después diabetes.
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