INFORMACIÓN NUTRICIONAL

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lunes, 8 de diciembre de 2014

¿VIVIMOS EXPUESTOS A UN CÓCTEL TÓXICO?




Cómo afecta nuestra salud el contacto cotidiano con más de 75.000 sustancias químicas artificiales

 Hoy uno puede estar expuesto a alrededor de 75.00 químicos artificiales. A lo largo de todo el día se los respira, se los absorbe a través de la piel y se los ingiere en las comidas. Vivir dentro de esta sopa química es un efecto colateral del siglo XXI. La pregunta es: ¿nos está haciendo daño?

Hay buenas razones para pensar que sí. No por la acción individual de cualquiera de ellos, sino por la manera como los efectos de diferentes componentes se combinan una vez que ingresan en nuestro organismo. A medida que se recogen evidencias de que este "efecto cóctel" es real, las agencias reguladoras están repensando la manera en que debemos medir los efectos de las mezclas sintéticas en nuestra salud.

Esto sucede con químicos como los pesticidas y los disruptores endocrinos, agrega. "Hay que considerar sus interacciones y estamos comenzando a hacerlo." Para establecer el riesgo que suponen esas mezclas, un pequeño número de científicos de Europa y Estados Unidos están probando preparaciones químicas sobre levaduras, pescado y ratas. Los efectos podrían ser aditivos, o sinérgicos, es decir, mayores que la suma de las partes. malformaciones congénitas, cáncer de mama y de ovario poliquístico.

Intuitivamente esto tiene sentido, dice: "Cada componente de la mezcla contribuye a ese efecto, no importa lo pequeño que sea".

PROBLEMAS REGULATORIOS

Todo esto acarrea problemas a las agencias de regulación de todo el mundo. Los gobiernos generalmente no tienen en cuenta los efectos aditivos de diferentes químicos, con la excepción de las dioxinas, que se acumulan en niveles peligrosos y afectan las hormonas del cuerpo, y algunos pesticidas. Las afirmaciones de riesgo se hacen, mayormente, sobre un químico por vez.

Aun así la regulación no es un tema simple. Primero es necesario saber la potencia del químico, identificar qué tejidos daña y establecer si una determinada población podría estar expuesta a otros químicos que podrían dañarla en esos mismos tejidos. Si se suma el efecto cóctel, es todavía más difícil.

Además, con muchas mezclas es casi imposible descubrir hasta qué punto lo estamos logrando. El disruptor dietilftalato, por ejemplo, se escapa fácilmente de los plásticos y está en muchos productos diferentes, desde los cepillos de dientes hasta los juguetes y en los envases de cosméticos y en drogas, de manera que sería dificultoso descubrir la exposición adicional de todas las fuentes.

Nos guste o no, los químicos están entre nosotros. "La gente no puede quitar los ftalatos, por ejemplo, del aire, agua o alimentos", asegura Swan. "Mucha gente no tiene la información o el dinero para hacer estas cosas." Un acercamiento más productivo podría ser decir a la gente cómo limitar la exposición a las sustancias dañinas y solicitar el etiquetado a los fabricantes. "Necesitamos poner mucho dinero para imaginarnos lo que estas cosas hacen en escenarios reales y tomar acciones regulatorias", agrega. "Así como limitamos el humo del cigarrillo, tendremos que limitar otras exposiciones." .
Traducción: María Elena Rey Por Bijal Trivedi De New Scientist
Para más información:
http://vivosano.org/Portals/13/rs/doc/descargas_GuiaDisruptores.pdf
http://vivosano.org/Portals/13/rs/doc/pescado_mercurio.pdf
http://www.ecoagricultor.com/2013/07/pesticidas-salud/
http://www.vivosano.org/es_ES/Colabora/Publicaciones/Libro-Hogar-sin-toxicos.aspx

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